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Los vecinos con movilidad reducida no pueden circular por las aceras de la Cañada ni Paterna

Cada vez es más complicado moverse por Paterna con una silla de ruedas, un andador o un carrito de bebé

En Paterna la accesibilidad deja mucho que desear. En la Cañada la gran mayoría de las aceras están levantadas, algo que obliga a cualquier viandante a bajar a la calzada o no poder hacerlo por el poco espacio que dejan los vehículos. Pero en Paterna casco urbano esté problema también está a la orden del día. Los conductores, con la excusa de las prisas y que en Paterna es muy difícil aparcar por falta de aparcamientos aparcan encima de las aceras, imposibilitando entonces, que las personas con movilidad reducida, carritos de bebe o personas mayores puedan transitar por la zona de peatones.

Desde la plataforma ciudadana Paterna Accesible denuncian este hecho ya que «no terminamos de entender el por qué el Ayuntamiento de Paterna no quiere denunciar estos abusos, no sabemos si será por considerarlos no rentables políticamente o por qué otra razón, pero la cuestión es que estas situaciones nos las encontramos a diario en Paterna y a cualquier hora»

Por tanto, solicitan al Ayuntamiento de Paterna que solucione «estas faltas de empatía hacia las personas con movilidad reducida, madres y padres con carritos de bebés y personas mayores que caminan con andadores que no sólo nos impiden movernos por Paterna como cualquier vecino, sino que hacen que nos veamos obligados todos los días y en demasiadas ocasiones, a circular por la calzada entorpeciendo la circulación y poniendo en riesgo nuestra integridad física.

Paterna Accesible trabaja para todas y todos, «porque creemos que la accesibilidad es un derecho vinculado al valor de la libertad. La libertad implica la autonomía y no depender de la voluntad de otras personas en la toma de decisiones. Implica ausencia de coacción a la hora de desplazarse, es decir, el derecho de circulación, que es uno de aquellos de los que las personas con discapacidad se ven privadas más a menudo debido a las barreras sociales y arquitectónicas. En un sentido menos amplio, las restricciones que imponen las barreras se traducen en un limitado derecho de acceso al ocio, a la educación y, de hecho, a cualquier actividad que requiera un desplazamiento, que son la mayoría».

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