OPINIÓN

El vecino Héctor González rememora buenos momentos de sus vacaciones en La Cañada

Vacaciones en La Cañada. Las tardes en familia con remojón en la piscina incluido, Pepe Carot y su incombustible megáfono dando la salida a la Volta a Peu, las colas en los tres hornos de la plaza, los ratos ocasionales en la horchatería, los entrenamientos con Mario y el resto de compañeros del club de atletismo Pas a Pas…los recuerdos se agolpan cuando rememoro escenas estivales en La Cañada.

Una localidad, una zona residencial, significa mucho más que un simple topónimo. Evoca momentos, situaciones y, sobre todo, a personas. La Cañada, con alrededor de 40.000 residentes saboreando el verano, constituye un tesoro de remembranzas, una fuente inagotable de experiencias vacacionales. ¡Disfrutémoslas!

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