Especialistas de Manises dan pautas para afrontar la salida a la calle de los menores
Tras más de un mes de confinamiento, los menores de 14 años podrán salir de casa para dar los primeros paseos. Una medida beneficiosa para la salud de los niños pero que tiene que ser bien explicada y planificada por los adultos para que los menores sean conscientes y podamos asegurar su bienestar. “Es bueno que la salida a la calle, con las indicaciones que marcan las autoridades, se realice explicándoles las características de ésta: dónde van a ir, qué van a hacer, cuánto tiempo… así como atendiendo a sus emociones antes, durante y después de la salida”, explica Sara Diego, Psicóloga Clínica de la Unidad de Neurorrehabilitación Infantil del Hospital de Manises.
En esta línea, es muy importante valorar con los niños y niñas cómo se sienten respecto a salir, si tienen algún miedo o preocupación. Del mismo modo, es conveniente que estemos atentos a cómo se están sintiendo durante la salida, y que les preguntemos al volver a casa. De esta forma podemos ayudarles a expresar sus sensaciones. Sea cual sea la emoción o pensamiento del niño, debemos hacerle ver que entendemos que se sienta así, evitando recriminaciones.
Otra de las recomendaciones que realizan los especialistas, es que el tiempo que se dedica a preparar la salida y salir a la calle, esté centrado en los niños, de forma que los adultos participen de forma activa en las actividades. Debe ser un tiempo en el que estemos centrados en nuestros hijos.
Niños que no quieran salir de casa
Ante esta nueva etapa, es posible que haya niños que no quieran salir de casa, donde se encuentran seguros y felices. En esta situación es muy importante el papel de los progenitores. “Corresponde a los adultos ser sensibles a las necesidades emocionales y los tiempos de cada niño, no debemos olvidar que esta medida es una posibilidad y no una obligación y que somos los adultos quienes debemos garantizar que sea algo positivos para los niños y niñas”, añade Sara Diego. Si los progenitores no se encuentran seguros acerca de la salida, es posible que trasmitan esa intranquilidad a los niños. Cuando el menor se encuentre preparado, podemos facilitar la salida dándoles a elegir, en la medida de lo posible, qué hacer, qué juguete quieren llevarse, y mostrándonos tranquilos.